Una empresa española del sector de aviación detectó que uno de sus agentes de ventas mostraba un nivel de gastos superior a lo que cabría de sus retribuciones y circunstancias. El agente era responsable de las ventas de aviones en América del Sur. Entre sus funciones estaba la de negociar el pago de comisiones a los firmantes de los contratos de compra, altos funcionarios de gobiernos extranjeros.
Un primera investigación evidenció la existencia de un importante patrimonio a través de sociedades controladas por familiares directos del agente. También fruto de la investigación fue descartar la existencia de hechos que explicaran la disposición de fondos para la adquisición de dicho patrimonio, así como el carácter meramente instrumental de las sociedades tenedoras del mismo.
La extensión de las investigaciones, que incluyeron el seguimiento del agente en sus viajes, determinaron que era frecuente que, durante sus viajes, pasara por Miami. Allí, únicamente visitaba una oficina de banca personal del NATWEST BANK. La investigación identificó las existencia de una cuenta a su nombre, con ingresos significativos y coincidentes con las fechas de liquidación de comisiones a firmantes de contratos. Posteriores gestiones evidenciaron la existencia de un acuerdo entre el agente y los firmantes de los contratos para el reparto de las comisiones percibidas.
La investigación permitió el despido del agente y la recuperación de parte del dinero apropiado.
