“El coste directo del absentismo para las empresas equivale a 6.900 millones de euros al año”
A mediados de febrero el Gobierno derogó la posibilidad de despedir a un empleado por faltas continuadas, suprimiendo así el artículo 52/d del Estatuto de los Trabajadores que, entre otras cosas, autorizaba a la empresa a despedir al empleado «por faltas de asistencia al trabajo, aunque fueran justificadas, pero intermitentes, que alcanzaran el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos».
¿Aumentará esto los casos de absentismo?
A priori no. Lo que está claro es que da más margen de maniobra a aquellos trabajadores que son absentistas profesionales. El absentista fraudulento es el verdadero problema económico de las compañías, que ven cómo ahora tienen una herramienta menos para hacer frente a estos casos.
Pérdidas económicas
Según el último informe de Adecco, multinacional de Recursos Humanos, el coste directo del absentismo para las empresas equivale a 6.900 millones de euros al año. Una cifra muy preocupante para la economía de cualquier país.
Herramientas para frenar el absentismo fraudulento
La gestión del absentismo es, prácticamente, una obligación para la empresa. No implantar medidas anti-fraude genera un efecto de impunidad que desencadena con la aparición de nuevos casos en una misma empresa.
Por lo general, se trata el absentismo como un problema de motivación, compromiso o una gestión mejorable de las políticas de la empresa en materia de conciliación y, es cierto que una parte importante del absentismo puede mejorarse con adecuadas técnicas y herramientas de Recursos Humanos.
Sin embargo, cabe destacar que un alto porcentaje del absentismo, entre el 5 y el 10%, datos que varían según comunidad y sector de actividad, responden a la voluntad del trabajador de querer defraudar tiempo y dinero a su empresa.
En estos casos hay que prestar especial atención a ciertas alertas y patrones que se repiten habitualmente en las personas que cometen este tipo de actos desleales. Dichas pautas son patrones socio-culturales o temporales, así como la propia conducta y proceder del empleado.
Algunos de las alertas que debemos detectar en periodos de incapacidad es la coincidencia de las bajas de incapacidad temporal con, por ejemplo, eventos deportivos importantes o fiestas locales o patronales. També cabe destacar el caso de representantes de los trabajadores que hacen uso de sus horas sindicales siempre en viernes o lunes.
Otra causa común de incapacidad temporal es causada por la necesidad de ayudar a familiares cercanos en sus negocios particulares, especialmente en momentos de gran actividad para el negocio. También encontramos profesionales que solicitan bajas por enfermedad para poder atender una cartera propia e incipiente de clientes “particulares”.
Todos estos casos pueden detectarse a tiempo e incluso prevenir con sencillos sistemas de prevención del absentismo.
El impacto de una gestión directa sobre el absentismo fraudulento se traduce en una mayor implicación y motivación del resto de trabajadores, al mismo tiempo que se frena la aparición de nuevos casos de fraude y “picarescas”.
En Winterman estamos especializados en la investigación de fraude corporativo, siendo el absentismo uno de los servicio de mayor demanda. Este tipo de investigaciones requieren de un análisis previo situacional, así como de la elaboración y gestión de un plan estratégico que permita la obtención de los objetivos marcados.
La lucha contra el absentismo laboral es una lucha activa, en la que no hacer nada supone aumentar las pérdidas económica para la empresa y, donde tomar acciones directas para frenarlo se convierte en la mejor inversión para la empresa, salvaguardando no sólo su estabilidad económica, sino también su reputación, su productividad, el buen funcionamiento de la compañía y el buen hacer de sus empleados.
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