Esta semana hemos visto que los medios de comunicación se hacían eco de las investigaciones de los detectives privados en relación al cumplimiento de los teletrabajadores.
Como dijimos en nuestra intervención en el programa Qué me estás contando de ETB2 el pasado día 9 de Marzo, por norma general los trabajadores, sea cual sea la modalidad de desarrollo de su trabajo, cumplen con la diligencia debida y las obligaciones que les imponen el artículo 20 del Estatuto de Trabajadores. Con esta premisa, existe también la excepción de personas que no cumplen con sus obligaciones y por tanto el empresario puede ejercer las acciones de control que le otorgan este mismo artículo para conocer si un trabajador cumple con sus obligaciones.
Así, surgiría la necesidad de investigación privada para conocer si se cumple con lo encomendado, si se hace en el horario pactado con la empresa, si no se dedica el tiempo de trabajo para actividades personales y si se utilizan los medios dados por la empresa para actividades que tengan relación con el desempeño profesional y no con asuntos personales.
De la investigación realizada, se deriva el informe de detective privado, que incluye la legitimidad del asunto, los objetivos de la investigación y sus resultados ordenados cronológicamente y con pruebas gráficas. Este informe es utilizado por la empresa para tomar las medidas que estime oportunas. En caso de que haya proceso judicial, el detective privado ratificará el informe, actuando como testigo y explicando con objetividad los hechos comprobados en la investigación.
Los casos que tienen que ver con el teletrabajo no difieren en esencia de los que se hacen cuando hablamos de trabajo realizado en las instalaciones de la empresa, pero ambos suponen un beneficio para la compañía en aquellos casos en los que hay sospechas de fraude que son confirmadas por la investigación de un detective privado.
Nuestro objetivo permanente es obtener información para la parte legitimada que le permita tomar decisiones.
