Seguramente muchas personas no lo sepan, pero espiar a una persona sin legitimación ni habilitación alguna es delito. Solamente un profesional, como lo es un detective privado, puede “espiar”, aunque el termino correcto sería investigar a una persona, y siempre que se cuente con un interés legítimo.
El Stalking, o en español “acecho”, es el termino técnico para referirnos a la conducta de una persona que espía a otra, y a la persona que realiza la acción de espiar se le conoce como “Stalker”. Así, esta conducta se considera delito independientemente que ese acecho obsesivo se realice vía presencial o de forma online, como por ejemplo por medio de redes sociales o software espía.
La legislación española tipifica el delito de espiar a terceras personas del siguiente modo:
Será castigado con la pena de prisión de tres meses a dos años o multa de seis a veinticuatro meses el que acose a una persona llevando a cabo de forma insistente y reiterada, y sin estar legítimamente autorizado, alguna de las conductas siguientes y, de este modo, altere gravemente el desarrollo de su vida cotidiana:
1.ª La vigile, la persiga o busque su cercanía física.
2.ª Establezca o intente establecer contacto con ella a través de cualquier medio de comunicación, o por medio de terceras personas.
3.ª Mediante el uso indebido de sus datos personales, adquiera productos o mercancías, o contrate servicios, o haga que terceras personas se pongan en contacto con ella.
4.ª Atente contra su libertad o contra su patrimonio, o contra la libertad o patrimonio de otra persona próxima a ella.
Como hemos dicho antes, solamente un detective privado habilitado y con interés legítimo puede espiar a una persona. Si tienes pensado espiar a tus hijos, pareja, empleados o competencia empresarial, tienes que saber que podrías cometer un delito penado por la legislación española.
Para poder “espiar” a alguien de forma legal, debemos de contratar a un detective privado especializado en el objeto de la investigación, por ejemplo, asuntos de índole familiar o empresarial o bien de carácter tecnológico.
Es imprescindible, como hemos mencionado en varias ocasiones, tener un interés legitimo para poder realizar la investigación, en caso contrario, el detective no podrá ejercer su labor de “espía”.
Un detective privado puede aportar a un proceso judicial todo tipo de pruebas que considere necesarias para demostrar los hechos investigados, lo importante es que cada una de estas evidencias o pruebas cuenten con todas las garanticas legales y procesales para evitar su impugnación en sede judicial.
