Agencias Detectives Privados

■ Los profesionales certifican que los servicios de vigilancia son más de tipo laboral, aunque hay quien controla a la niñera o a la pareja. ■ Las empresas especializadas detectan un incremento del 15% en la venta de productos de espionaje a raíz del caso Método 3.■ La vigilancia es legal pero su difusión sin consentimiento está penalizada.

Hay empresas que quieren comprobar si algún empleado les roba y empresarios que graban reuniones, pero hay también particulares que sospechan que su pareja le es infiel o que la niñera maltrata a sus hijos, entre otras situaciones cotidianas.

Enrique Arranz, presidente del Col·legi Oficial de Detectius Privats de Catalunya, indica que la mayoría de servicios son de ámbito laboral. Pero, si bien los particulares los solicitan «con menor demanda», sí que están realizando vigilancia sobre custodia de hijos, violencia de género o infidelidades, entre otras.

En caso de la custodia de los hijos, los detectives «verifican que se cumple el convenio regulador, que el trato al menor es el adecuado» o certifican que «la situación del cónyuge no ha variado desde que se firmó el convenio».

En violencia de género, «muchas veces es complejo demostrar la violencia, especialmente cuando no existen cuestiones físicas que hagan sospechar». También hacen «servicios de contraseguimiento» a personas acosadas, «con el fin de formalizar denuncia» a la Policía.

También se demandan investigaciones sobre «daños a particulares o cosas», según Arranz, por ejemplo, «cuando pinchan las ruedas del coche del cliente de forma habitual».

Hay peticiones de localización de personas y de vigilancia de los hijos, cuando «se sospecha» que hacen «actividades inadecuadas que podrían agravarse».

Por su parte, en las tiendas de espías, «la mayoría de clientes «son particulares que tienen sospechas que quieren confirmar», explica a 20 minutos el gerente de La Tienda del Espía, Antonio Durán, quien añade que hay dispositivos, a partir de 100 euros, que pueden instalarse en cualquier elemento decorativo, desde un florero hasta en el marco de un cuadro.

Sube la demanda por el caso de Método 3

La demanda de productos de espionaje y contraespionaje ha subido un 15% en Barcelona, según las empresas especializadas, desde que se dio a conocer el escándalo de las escuchas a políticos catalanes –el llamado caso Método 3–, hasta el punto que ya se ofrecen cursos de contraespionaje. Lo cierto es que cualquier objeto es bueno para instalar una cámara o un micrófono.

Las grabaciones pueden servir como prueba ante un juez. Lo que no es legal, es el mal uso. «Puedes colocar una cámara en tu casa si crees que tu pareja es infiel, pero no puedes colgar las imágenes en Youtube porque vulnerarías su privacidad», recuerda Durán.

A raíz del escándalo de las escuchas a políticos del caso Método 3, las empresas del sector del espionaje están aprovechando el tirón mediático.

Un ejemplo es la Tienda del Espía, que promociona el servicio de búsqueda de micrófonos y cámaras ocultas con el lema: «Que no te pase como a nuestros políticos. Contrata un barrido radioeléctrico», que detecta si hay teléfonos y ordenadores intervenidos.

Fuente:  http://www.20minutos.es