Un contrato online es un acuerdo realizado de manera legal entre dos partes (como un contrato tradicional), pero en este caso se formaliza a través de un medio electrónico, adquiriendo ambas partes obligaciones legítimas que tienen que cumplir, de lo contrario la parte afectada podrá exigir responsabilidades.
La mayor diferencia es la legitimización, ya que en el momento de la firma ninguna de las partes estará presente (no es necesaria la presencia física simultánea), de tal manera que podrán realizar dicha firma desde cualquier lugar y a través de cualquier mecanismo telemático.
Dicho contrato online será aceptado mediante una firma electrónica, que consiste en el conjunto de datos que pueden ser utilizados como medio de identificación del firmante. Este contrato no podrá ser modificado por el destinatario, únicamente podrá verlo y si está de acuerdo firmarlo o no firmarlo. Si decide firmarlo, esta firma electrónica permite que los actos emitidos por ambas partes sean válidos y vinculantes.
Dichos contratos tienen plena validez, lo único que puede ocurrir es que se generen dudas sobre la autenticidad de la firma (pero igual que ocurre en un documento en papel). En este caso, el soporte electrónico que utilicemos para llevar a cabo dicha firma (portátil, pendrive, móvil…) será admitido como prueba documental en un juicio. También podrá utilizarse como prueba el informe de investigación que elabore un detective privado experto en informática.
Esta firma electrónica tiene dos variantes, la simple y la avanzada.
Dichos contratos online se encuentran regulados por la Ley 59/2003 de 19 de diciembre y el Reglamento 910/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de julio de 2014.
Un certificado digital es un documento firmado electrónicamente por un prestador de servicios de certificación que vincula unos datos de verificación de firma a un firmante y confirma su identidad. Dicho firmante, posee un dispositivo de creación de firma que actúa en nombre propio o en nombre de una persona física/jurídica a la que representa.
También se encuentra regulados por dicha Ley 59/2003, apareciendo expresamente en el Título II a partir del artículo 6.
Efectivamente, puede contratarse a un detective privado de manera online. Esta modalidad sin dudarlo, cuenta con las mismas garantías tanto jurídicas como económicas como si se realizase en las oficinas de forma presencial. Esto es cada vez más común, ya sea porque en la localidad en la que se reside no exista una agencia de detectives o simplemente por ahorrar tiempo en desplazamientos.
En la empresa CTX utilizamos también dicha modalidad de contrato, ya que entendemos que la tecnología avanza y es cada vez más usual recurrir a este tipo contractual. Es cierto que se pueden firmar total garantía esta modalidad de contratos online, pero para poder comprender el caso a la perfección y poder ajustar tanto el contrato como el procedimiento a llevar a cabo, apostamos más por hacerlo de manera presencial ya que hay que facilitar datos como domicilios, nombres, matrículas… y además, no hay nada como poder hablar con el interesado en persona.
Todos los contratos pueden ser firmados de manera online siempre y cuando cumplan con los requisitos que se exponen en la Ley 59/2003 para poder llevarlos a cabo.
