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Cuando hablamos del término mobbing nos referimos al acoso en un ámbito laboral es decir, a todas aquellas acciones realizadas por una persona o un grupo de personas hacia un trabajador con el objetivo de intimidar, vejar o degradar su persona, empeorando así su entorno laboral hasta lograr, incluso, que abandone su puesto de trabajo. Pero ¿Cómo demostrar acoso laboral o mobbing?, sigue leyendo.

Este tipo de acoso suele realizarse mediante insultos, amenazas, humillaciones públicas, aislamiento en el entorno laboral, etc…

Por lo general el acoso laboral suele ser mediante una violencia verbal y psicológica, en pocas ocasiones puede llegar a ser violencia física o sexual. Recordemos que en la mayoría de los casos el objetivo que se busca con el acoso laboral es forzar al compañero de trabajo a abandonar su puesto laboral, ya sea por envidias o bien por interés de la empresa para no tener que pagar la correspondiente indemnización por despido.

El acoso laboral o mobbing poco a poco debilita la fortaleza psicológica de la víctima. En muchas ocasiones la víctima sufre un trastorno de estrés postraumático, perdida de autoestima y culpabilidad. La víctima suele pensar que los acosadores tienen razón en criticarle, insultarle y despreciar su trabajo. Todo esto puede conllevar depresión y trastorno de ansiedad grave.

¿Cuándo se considera acoso laboral?

Existen una serie de comportamientos que pueden ser considerados actitudes de acoso laboral, como por ejemplo:

  • Gritar, insultar y amenazar a un trabajador.
  • Presionar a un trabajador sobrecargándole de trabajo con el objetivo de agobiarle.
  • Alegar su bajo rendimiento dándole pocas tareas.
  • Criticar de forma sistemática y destructiva la forma de trabajar del empleado.
  • Magnificar pequeños errores.
  • Modificarle sin previo aviso su jornada laboral.
  • Aislar al compañero de trabajo del resto del equipo.
  • Calumniar

En varias ocasiones la propia víctima no es consciente de que está sufriendo acoso laboral, sobre todo al principio, ya que considera que las situaciones que está padeciendo son consecuencia de la actividad laboral o bien porque considera que su rendimiento es bajo y le acosan para que mejore.

Un acoso laboral continuado puede generar la baja laboral del trabajador, que en muchas ocasiones si no se demuestra que es a causa de un acoso laboral puede llegar a ser considerada como una baja laboral fingida.

En España el Tribunal Supremo ha definido las bajas por acoso laboral como una contingencia profesional. Si el empleado se ha dado de baja por estrés laboral o ansiedad, tiene la opción de demostrar que los motivos de estos trastornos son debidos a un acoso laboral continuado.

¿Qué pruebas se pueden aportar en un juicio laboral?

La única opción para parar un acoso laboral es denunciarlo. Para ello, se necesitan pruebas como puedan ser documentos, correos electrónicos, grabaciones, testimonios, etc… La forma ideal de hacer prosperar este tipo de denuncias es contratando los servicios de un detective privado, para que las evidencias sean obtenidas con todos los requerimientos legales y poder empezar un procedimiento judicial con garantías de éxito.

Un detective privado puede obtener las pruebas pertinentes con todas las garantías para poder comprobar un acoso laboral en un proceso judicial.

Detectives privados para casos de juicios laborales

Recordemos, como siempre, que los detectives privados son los únicos profesionales habilitados para realizar investigaciones de índole laboral de parte. Así, solamente los detectives privados cuentan con todas las garantías legales para obtener pruebas que sirvan para demostrar una situación de acoso laboral.